La reproduzco aquí, en nuestro blog, sin ánimo de echar más leña al fuego ni entrar a valorar la decisión de las ECAIs ... me gustaría ponernos un espejo delante, vernos y reflexionar autocríticamente sobre nosotros, padres y madres europeos blancos, de niños de origen etíope.
Como habitantes del primer mundo (de la zona vip) partimos de una visión etnocéntrica (egocéntrica) de entender e interpretar otras culturas, también la del país de origen de nuestros hijos e hijas. Nuestra actitud (involuntaria casi siempre) muchas veces es "nosotros europeos blancos vamos a enseñar cómo hay que hacer las cosas a los africanitos negros, pobrecitos (o pobriños)", mezclando superioridad y falso paternalismo.
Hasta hace relativamente poco tiempo colonizábamos gran parte de África, como raza superior que creíamos que éramos y "descubríamos" (colocando nuestras banderas) lugares que estaban habitados por sus moradores negros desde cientos de años atrás.
Yo no creo que hayan cambiado tanto las cosas en nuestra actitud hacia este continente. Valoramos decisiones, peticiones, comportamiento de los "otros" sin levantar la vista de nuetro ombligo y me pregunto ... ¿por qué ponemos en tela de juicio decisiones, normas, peticiones que Etiopía hace sobre la adopción en su país? ... Todos y todas cuando iniciamos la adopción internacional sabemos que tenemos que cumplir los requisitos establecidos en las distintas Comunidades Autónomas de España (os recuerdo que son 27 normas en un solo país, el nuestro ... visto desde fuera (y desde dentro) es absurdo, no?), y las del país de origen de nuestros futuros hijos e hijas.
En Filipinas te piden estar casado por la iglesia, porque es un país extremadamente católico, en Santo Domingo te piden 10 años de casados, en Brasil la adopción es una de las más caras y dependiendo de la región de origen del niño tienes una estancia en el país de 15 días a dos meses, ... y Etiopía decide cambiar su legislación, por las razones que sea ... quién soy yo (blanca-zona euro) para valorarlo? ... retrasa mi encuentro con mi futuro hijo o hija y estoy muerta de miedo, ... pero esta ha sido mi opción, y sabía de antemano que esto podía pasar ... espero no pasen cosas peores ...
En nuestra entrevista informativa (previa a presentar registrar expediente), con otras 60 personas, había futuros padres y madres de adopción, que hacían preguntas del tipo "y si el niño sale defectuoso a quién le reclamo?" ... buf ... sin cuidar en absoluto su lenguaje, sin atisbo de vergüenza o pudor ... mientras algunos y algunas nos poníamos colorados de vergüenza ajena (espero los hayan cribado en las entrevistas del CI, porque si no es así ... qué miedo!!!)
Obstentar en Africa no solo es ir con oro o ropa cara o cámara de vídeo ... son más cosas ... nuestra actitud, a veces involuntaria, nuestras miradas de pena, nuestra posición de yo que puedo te ayudo a ti que no, yo que sé te enseño a tí que no sabes ... en fin, estoy leyendo a Javier Reverte y estoy muy enfadada con nosotros europeos-blancos, la hemos liado gorda en gran parte de África. Y a veces algunos comentarios me recuerdan esto.
Insisto, no quiero echar más leña al fuego ... y si "echar" al aire dos recomendaciones:
- Un libro: "Para raros, nosotros. Introducción a la antropología cultural" de Paul Bohannan.
- Un corto: "Binta y la gran idea" de Javier Fesser.
¡¡A disfutarlos en la silla (o sofá) de pensar!!
Hola Paloma
ResponderEliminarLeí tu comentario en el foro y me encantó la lucidez con que expones la supremacía cultural de "nuestro" mundo... Creo que muchos papás adoptivos cambiamos el concepto de "nuestro", ya que el país de nuestros hijos forma parte de nosotros... La lástima es que haya muchos otros que todavía miran a Africa con ojos de aquí.
Felicidades por tu escrito y gracias por compartirlo.
Un abrazo,
Mariajo