
Conocida por los etíopes como Makeda, ha tenido una gran variedad de nombres en pueblos diferentes y en diferentes ocasiones. Así en la tradición Islámica ella era "Bilqis"; los Griegos antiguos la conocían como "la etíope Diana" y para el Rey Salomón de Israel ella era la Reina de Sheba.
La reina Makeda era hermosa, inteligente, paciente y creativa. Su mayor deseo era alcanzar la verdad y la sabiduría. Una vida de lujo no satisfacía su alma a pesar de su poder real y la riqueza enorme de oro, joyas y especias raras que poseía. Por ello, su espíritu aventurero la condujo no sólo a explorar los reinos africanos y del Medio Oriente que rodearon Etiopía, sino también a capturar el amor de Salomón, el rey más poderoso de esos tiempos.
En sus viajes y en su trono real, ella oyó muchas historias sobre la sabiduría de Rey Salomón y quiso viajar para ver a este rey en toda su gloria. La reina Makeda comenzó su viaje con un enorme séquito consistente en montones de criados, cientos de mulas, asnos y camellos que llevaron un tesoro enorme en gemas de oro y raras y valiosas especias.
Durante su visita de seis meses a Salomón, Reina Makeda consultó con frecuencia con el Rey. Ella se sintió tan impresionada por su sabiduría que adoptó a Jehova como Dios verdadero y se convirtió al judaísmo.
Al poco tiempo, volvió a su propio país, aunque Salomón hubiera preferido que ella se quedase. La reina regresó a casa, y nueve meses y cinco días después dio a luz a un niño, Ibn Al-Hakim, "Hijo del hombre sabio. " Su nombre real era Menelik.
Cuando cumplió 15 años, Menelik viajó a Jerusalén para visitar a su padre. Cuando el príncipe jóven se acercó, Salomón besó y abrazó a su hijo y le pidió que se quedase. Le prometió el reino de Israel a su muerte, pero Menelik le contestó, "Mi señor, es imposible para mí abandonar mi país y mi madre, juré que volvería".
Cuando Salomón entendió que su hijo no se quedaría en Jerusalén, lo proclamó Rey de Etiopía, le concedió el nombre de David y le proveyó de concejales y oficiales para su reino en Etiopía.
Excepto un breve período durante los novenos y décimos siglos y hasta el fallecimiento de Haile Selassie, el León Victorioso de Judas, descendientes de la Reina Makeda han gobernado el trono de Etiopía.
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